Asi fué

Pues he llegado a suelo venezolano.
A tierra marabina.
Al calor de mi gente.
A la humedad que no recordaba cuanto daño le hacía a mi cabello.

Después de salir muy, muy tarde del aeropuerto de Niza, llegar a Paris a la 1 a.m, regresar al aeropuerto el día siguiente a las 8 a.m, tomar el avión a Madrid, esperar dos horas en Barajas y tomar el siguiente a Caracas. Llegar 8 1/2 horas después y esperar con muchas esperanzas e incertidumbre a que saliera mi maleta (porque maravillosamente este año solo me traje una maleta y mi morral), encontrarme con mi tía, una amiga de mi hermana y mi hermana (cómplice de este viaje sorpresa) Que luego el sábado salimos de nuevo a Maiquetia para ver si podía tomar un vuelo para venir a Maracaibo... Heme aqui.

Fabulous D.T vino al aeropuerto a buscarme y, después de engañar a mi hermosa madre por teléfono para que bajara a abrir la puerta y que se encontrara conmigo, he llegado.

No fue fácil. Desde hace ya mucho tiempo J. me habia convencido de comprar el boleto aéreo que nos costó menos de lo que nadie puede imaginarse, contener las ganas de hacer un comentario aquí, ponerlo en el nick del msn o del FB, estoy entre los mios. Después de un buen tiempo.

Los viajes fueron correctos, en el vuelo de Madrid a Caracas me alimentaron como si al llegar me fuesen a comer. El último ponquesito (muffin) lo dejé en su cajita y lo devolví.

Hoy estoy pasando un poco por aquello del jet lag (cambio de horario, aquí tengo 6 1/2 horas menos que en Francia) así que al llegar la noche, siento que no soy yo quien habla, sonríe y dice que está feliz de estar aqui.

Pero como esto lo escribo en la mañana, lo digo conscientemente: C'est le pied!